Las mejores escorts de Recoleta podrán acompañarte en un recorrido delicioso. Es para conocer, justamente, las mayores delicias del Río de la Plata.
Muchas ciudades tienen sus “polos gastronómicos”. Muy pocas tienen tantos. La gran capital de Argentina hace un culto de la buena comida. Y siempre poniendo por delante sus célebres carnes vacunas, la excelencia de sus cereales y vinos de clase mundial.
Vamos a enumerar algunos, no todos, pero sí los que son indispensables de conocer. Esto vale tanto para los que visitan la ciudad como para los residentes que quieran tener nuevas y sabrosas experiencias sin ir muy lejos.
Palermo sofisticado
Parte del barrio más grande de la capital se transformó rápidamente en el polo gastronómico más activo de Buenos Aires. Sus sectores conocidos como “Palermo Hollywood” y “Palermo Soho” tuvieron durante décadas casi exclusivamente residencias de familias de clase media y media alta. A principios del actual siglo llegaron productoras de contenidos y canales de televisión, y recibieron estos nombres, casi apodos cariñosos.
Esas especies de “sub barrios” se transformaron en centros de diseño, moda y artes visuales. Por eso se los asoció a los vecindarios llamados “Soho” de Londres y New York. Mientras desembarcaban las empresas de estos verticales, también comenzó a gestarse otra industria en la zona: la gastronómica.
Hoy está colmado de establecimientos dedicados a la “cocina de autor”. Y a la gastronomía étnica de los más diversos orígenes, a las pizzas exóticas, y muchas, pero muchas hamburgueserías, también “de autor”. Y aún más expendios de cerveza artesanal, una furiosa tendencia. No faltan parrillas más o menos tradicionales, o “bodegones” bien porteños. Pero es el gran centro de la sofisticación gastronómica.
Las mejores escorts de Recoleta juegan de locales.
Es el primero y el más antiguo de los polos gastronómicos de Buenos Aires. Tuvo su apogeo en las décadas de 1960 y 1970. Desde entonces su perfil gastronómico ha variado, de acuerdo a las tendencias internacionales. Pero continúa siendo la zona del refinamiento y la tradición. Hay establecimientos con una aureola mítica. Es el caso de “La Biela”, una verdadera institución que fue frecuentada por muchas celebridades nacionales y extranjeras.
Se ha dicho que las mejores escorts de Recoleta y los mejores restaurantes están alrededor de la hermosísima Plaza Francia. En esa zona se percibe claramente eso tan repetido de que “Recoleta es un pedazo de París en Buenos Aires”. Lo que abunda es la “cocina internacional”, además de la criolla más refinada. Cruzando el bello espacio verde, tenemos también el Centro Cultural Recoleta, que bulle de actividades culturales de vanguardia, principalmente animadas por jóvenes. Y la entrada principal al cementerio de Recoleta, sede de mil leyendas y verdadero museo de historia y arquitectura a cielo abierto.
Muy cerca hay un gran centro comercial, el Recoleta Mall, que multiplica la oferta de comidas, pero ya con predominancia del “fast food”. Es un barrio para recorrer lentamente, disfrutando de sus comidas y su aire puro sin ninguna prisa.
San Telmo, el sur que también existe
Es el más clásico de los barrios porteños, y el más antiguo, donde se respira tango y bohemia. Después de periodos de abandono, San Telmo recobró sus aires pintorescos y su esplendor suburbano que encanta a los turistas. Actualmente, hay más de 150 restaurantes, y de toda índole, especialidades y para cualquier presupuesto.
Si hay algo que bajo ningún punto de vista debes dejar de ver, es el Mercado de San Telmo, inaugurado en 1897. Mantiene el espíritu de los primeros mercados populares de la ciudad. Impresiona su estructura interna original, de vigas, arcos y columnas de metal con techos de chapa y vidrio. En el centro se eleva una enorme cúpula. Es todo un espectáculo arquitectónico de la época en que Argentina era una quimera que atraía a gente de todo el mundo en busca de una vida mejor.
Además de proveerte de alimentos originarios de todos los puntos cardinales del país, en sus locales vas a disfrutar de cafés especiales, panadería artesanal y hamburguesas caseras al más puro estilo norteamericano. Pero también del clásico y querido “choripan”, incluso en versiones gourmet. Hay mucha cerveza artesanal, comida del lejano oriente, criollísimas empanadas hechas en un horno de barro, y las infaltables parrillas y milanesas bien argentinas.
Y esto son solo tres de los diez polos gastronómicos porteños oficialmente registrados por el gobierno de la ciudad. Eso, sin contar con los establecimientos enclavados en lo más profundo de los otros 48 barrios… ¡Necesitas toda la vida para recorrerlos!